Robin nunca fue chico de un solo hombre. Captain America, Superman, Hulk y hasta la mujer maravilla habían pasado por su cama. Él desmintió lo de «maravilla», fue el primero en hablar de la bisexualidad de Ironman y se atrevió a referirse a Thor como «esa musculoca resentida».
Pero lo cierto era que Robin, o la zorrita de Gotham, como se le conocía entre los súper héroes, nunca se marchó de una fiesta sin compañía. Luego llegó ese Batman y todo fue distinto. Por él renunció a su pasado. Incluso a aquel ménage à trois con Catwoman y Lobezno el día que se pusieron tan ciegos. ¿Gatitos y perritos en una misma cama? ¿Qué clase de loco renunciaría a algo así de animal?
Robin lo hizo.
Lo hizo por el caballero de abdominales definidas, porte galán y reputación intachable. ¡Maldito murciélago!
Se trasladó con él a la baticueva y ese fue el principio del fin. ¿Qué esperaba de mí? Si allí ni siquiera pillaba 3G. Soy un animal social. Me tenía sin actualizar las redes, sin publicar en tumblr, sin repinear fotos, sin Grindr, por diós me oyes, SIN GRINDR. La baticueva apestaba.
Además Batman se volvió adicto a los ansiolíticos y al canal Divinity. Luego se compró la Play y empezó a jugar al GTA. Acabó convertido en un celoso vengativo.
Le dije que lo mío con Superman había acabado, pero no me quiso escuchar. El resto de la historia ya lo sabes. Tuve que marcharme.
Miro a Robin y lo veo como a un superviviente de la vida moderna. Va con sus mallas de estampado print animal. Ha quedado con Laura Hayden para ir a la fiesta presentación de la nueva colección de h&m. Todo tan, tan cool que me dan arcadas y tengo que echar mano del Primperan 10mg solución oral. Pero no me soluciona nada y Robin me pregunta:
¿Te vienes a la fiesta, Jess?
Yo lo miro perpleja ¿Un montón de modelos de aspecto yonkienfermizo, con jeans rotos y rodeándome entre montones de complementos tirados por todas partes?
¡Sí! ¿No es genial?
Yo paso. No pienso vivir un episodio de Walking Dead en primera persona.
Tres horas más tarde ha vuelto Robin montando el escándalo al entrar por la puerta.
¿Sabes qué, Jess? ¡Tengo un nuevo churri!
¿Y sabes lo mejor? ¡El viernes me voy a Las Vegas con él!
Gallina de piel y sorbo de Primperan.
Cheers.
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