Robin ha encontrado un curro. En casa se aburre y nos tiene a todos hasta el gorro. Que salga y se airee. Le irá bien.
Cuando le han llamado de la agencia de publicidad para decirle que empezaba al día siguiente, me ha hecho el baile de Tom Cruise en Risky Business. Vaya comienzo.
Sus 2 carreras, 3 masters, 5 idiomas y las prácticas en Gotham, le han dado la oportunidad de acceder a un puesto de becario, eso sí, ahora tiene que demostrar que sabe hacer un expreso como diós manda. La vida del becario es así. Dura. Muy dura. Siempre demostrando.
Cuando ha llegado, se le ha acercado su nueva jefa, Chantal. Chantal grita. Claro que grita. Las jefas como Chantal siempre gritan. Y además es feminista. Odia a cualquier ser con el gen XY, es decir, que sea cromosómicamente macho.
Tú debes ser el nuevo, estás en mi equipo. Ni me caes, ni me caerás bien. Que te quede bien clarito. Solo he aceptado porque llevas unas mallas de lycra estupendas ¿Son del Primark? Mañana a las 9 a.m. quiero unas en mi mesa. Hazte a la idea.
Buff… El diablo viste de malla.

Cuando se ha sentado en la que será su mesa, le han presentado a la señora de delante. Se llama Mari y tiene un trasero tremendamente grande. Se pasa el día canturreando, lleva botas y un paraguas colgando del brazo. ¿Mari la pompins? De qué me sonará a mí ese nombre.

Al otro lado, el jefe de proyectos. Un americano, ex marine, veterano del Vietnam que se dirige a los diseñadores como soldados.
De pronto a Robin le ha llegado un whats de grupo y ha soltado una carcajada. Algo sobre un coulant de chocolate. Vaya marrón.
Shhhh. Shhhh. Por favor, deja de hacer eso, no nos está permitido reír, el que lo hace sufre severos castigos me ha susurrado un chico pálido y de ojos saltones. Yo sonreí una vez y me obligaron a jugar al jpg ruso. Por turnos te hacen abrir archivos en el Photoshop, hasta que uno colapsa el equipo y explota todo. Entonces te toca hacer de nuevo todos los diseños del último trimestre… Sin acabar la frase, se ha echado a llorar, temblaba y Robin le ha abrazado.
Es mi primer amigo en la agencia, Jess. Se llama Christopher, Christopher Walken.

Un momento, Robin, ¿no hay algo raro en todo esto?
Mientras yo sigo dando vueltas al tema, tumbado en el sofá, Robin medita sobre su primer día en la agencia.
Jess, no sé si quiero volver. He visto funerarias en las que se divierten más.
De pronto, me ilumino.
¡Lo tengo, Robin! No puedes dejarlo ¿No te das cuenta?
¡Tienes un trabajo de película!
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